Seguramente, unos más que otros, tenemos ya el hábito de practicar la recogida selectiva de nuestros residuos en nuestro hogar para su posterior reciclaje. En el ámbito industrial, aunque todavía con mucho recorrido por hacer en este sentido, la reutilización de algunos productos, ya sea para activar de nuevo su uso o para darles otra funcionalidad, está cogiendo cada vez más importancia. En esta nueva era de la Economía Circular hablar de plásticos reciclados es absolutamente necesario.
Plásticos reciclados: el reto
La recuperación de plásticos post consumo es delicada porque, aunque el proceso de reciclado no es muy complejo, sí lo es el “sorting”, la separación de los residuos. Mezclar diferentes tipos de polímero al reciclar puede alterar las propiedades del polímero resultante. De esta manera se pueden producir aguas, por ejemplo, que afecten al aspecto del plástico final, o bien variaciones en su comportamiento mecánico que pueden provocar paradas no deseadas de producción.
Por este motivo, hace ya años, los plásticos reciclados empezaron a introducirse allá donde los requisitos principalmente mecánicos y estéticos del producto fabricado no eran muy exigentes.
El auge de los plásticos reciclados
En los últimos años, varios factores han catapultado la demanda de plásticos reciclados y la necesaria revalorización de los mismos.
Precio más económico
El precio de los plásticos reciclados, en la gran mayoría de los casos más bajo que el de los de primera calidad, es un incentivo potente para considerar su utilización.
Mejor calidad
Los procesos de reciclaje de plásticos han evolucionado rápidamente y hoy es posible obtener plásticos reciclados con una mejor calidad del polímero reciclado que permite su uso en un mayor número de artículos y aplicaciones.
Mayor oferta
Al haber incrementado los flujos procedentes de una recogida selectiva de los residuos que se producen tanto doméstica como industrialmente hablando, ahora existe una mayor oferta de plásticos reciclados.
Nueva legislación
En los últimos años, en Europa, diferentes países han ido imponiendo con mayor determinación una nueva legislación con la aplicación de tasas al plástico de primera calidad, o aplicando beneficios a las empresas si existe una incorporación de plásticos reciclados en el producto final fabricado, etc. Esta legislación ha sido uno de los impulsores del consumo de plásticos reciclados.
Consumo responsable
En los últimos años hemos presenciado, por ejemplo, la prohibición explícita por Ley de todos aquellos artículos plásticos que han sido históricamente de un solo uso y de perfil más incontrolable en su vertido una vez acabada su “tan corta” vida útil, para intentar evitar o minimizar su consumo masivo. Hay una mayor concienciación social para hacer un uso y un consumo responsable por parte de cada uno de nosotros, pero sobretodo poniendo todo el foco y la atención en canalizar debidamente ese residuo para evitar que acabe alterando ecosistemas, con un vertido descontrolado en el medio ambiente. Esta concienciación y uso responsable es clave para evitar la “demonización” del plástico y de una industria tan necesaria como es toda aquella que produce artículos y soluciones en material plástico. La introducción de los plásticos reciclables contribuye en mejorar la percepción que se tiene de esta industria.
Plásticos reciclados en Quimidroga
Aunque históricamente Quimidroga ha sido un distribuidor de plásticos de primera calidad, desde hace 4 años trabajamos intensamente en la distribución de plásticos reciclados.
En este nuevo escenario de mayor demanda de plásticos reciclados, y con mucho por hacer todavía por delante, en Quimidroga venimos comercializando una gama representativa de ellos (señalizados con una “R-“ que determina su origen reciclado) como son el polietileno de alta densidad (R-HDPE), el polietileno de baja densidad (R-LDPE), el polipropileno (R-PP), el poliestireno (R-PS) y el polietilen tereftalato (R-PET). Seguimos trabajando para añadir otros R-Polimeros, procedentes del reciclado de calidades más técnicas, una vez esos flujos en la industria del reciclaje sean lo suficientemente abundantes y sobre todo eficientes como para que permitan su incorporación en el circuito productivo y de uso.